domingo, noviembre 27, 2005

Pavo y Tyranny 2.1: respuestas a las preguntas


American disclaimer: To all of you who celebrate it--Happy pilgrim eating day!

Lamento no haber respondido a las preguntas ayer como dije pero la indigestión de pavo y la nieve (sí, por acá ya está cayendo la cosa blanca esa) me han tenido distraído y ocupado. Without much further ado, answers to the questions posted as comments.

Para Lucía
:

La combinación de lana y lino en una misma prenda esta prohibida en
Deuteronomio 22:11. Esta combinación se llama en Hebreo shatnez. Las razones por las cuales esta combinación está prohibida han eludido a los rabinos por más de dos mil años. La mayoría de las autoridades clasifican esta ley como un ley para la cual no existe justificación --como la ley que indica que la pureza impartida por un cadaver sólo puede ser removida por las cenizas de una ternera roja (!!!!). El hecho que no hayamos encontrado todavía una razón, no significa -al menos para los racionalistas entre nosotros- que ésta no exista. Segunda pregunta, las relaciones ilicitas para no judíos, de acuerdo a la tradición rabínica, son, sin entrar en detalles: incesto, adulterio, bestilalismo y sodomía.

Elephant:

Los bichos unicelulares no cuentan. Sólo cuentan aquellos que pueden ser vistos sin la ayuda de una lupa o un microscopio.

Casabianca:

La base de la ley judía y en general de toda ley en el antiguo medio oriente es la idea de "pacto" (en Hebreo brit). Este pacto, entre diversas partes, en este caso entre Dios y el pueblo de Israel, obliga a las partes a cumplir cierto tipo de condiciones estipuladas en un documento y a atenerse a ciertas reglas de ser roto el pacto. Ahora, dentro de la tradición judía, el pacto -el documento, el "contrato" en lenguaje legal contemporáneo- es la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Al aceptar este pacto el pueblo de Israel se compromete a cumplir los 613 mandamientos estipulados en la Torá.
Las siete leyes noajidas de la tradición rabínica están basadas en el pacto establecido entre Dios y Noé (capítulo 9 de Génesis).
El beneficio de cumplir más reglas es precisamente, dentro del marco teológico judío, lo que hace al pueblo judío judío. Es precisamente esto, y no una habilidad innata o una superioridad natural, lo que hace -dentro del marco teológico- a Israel "el pueblo elegido". O en palabras de Buber, en vez de "el pueblo elegido", los judíos son "el pueblo que elige".
Ahora, en cuanto a la "selección adversa" -dentro del marco teológico- ésta no funciona. De acuerdo a la ley judía, una persona no puede salirse del pacto: éste es eterno. La mayoría de las autoridades legales declaran que una persona que nace judía, no importa qué haga o a qué religión se convierta, sigue siendo judía y, por lo mismo, obligada a estos 613 mandamientos.
Ahora, por qué una persona que no está obligada a estos 613 mandamientos elige estarlo es algo que varía. ¿Por qué alguien, en pleno uso de sus facultades, limitaría sus actividades del viernes en la noche, optaría por jamás volver a tocar rellena y chunchullo o a tener que revisar compulsivamente los ingredientes antes de comprar una prenda para estar seguro que ésta no está hecha de lana y lino? Yo sólo tengo una respuesta a esta pregunta. Respuesta que no estoy dispuesto a compartir en este blog pero, con gusto, discutiré de viva voz con quien saber la respuesta.

Guillot:

Cuenta el Talmud (Baba Metzia 59a) que una vez Rabbi Eliezer y Rabbi Yehoshua estaban en desacuerdo. Rabbi Eliezer trató, por todas las formas, de convencer a su adversario y a la academia de la verdad de sus argumentos. Nada pudo convencer a Rabbi Yehoshua. Finalmente, desesperado, Rabbi Eliezer grito a los cielos "Si yo tengo la razón, que este árbol lo demuestre." El árbol sacó sus raíces de la tierra y caminó varios metros. Rabbi Yehoshua y sus colegas seguían sin estar convencidos. Rabbi Eliezer, desesperado, gritó una segunda vez: "Si yo tengo la razón, que el río lo demuestre." Inmediatamente el río comenzó a fluir en dirección opuesta. Rabbi Yehoshua no se inmutó. "Si yo tengo la razón, que las paredes de la casa de estudio lo demuestren." gritó deseperado Rabbi Eliezer. Las paredes de la casa de estudio inmediatamente se avalanzaron hacia el piso y sólo fueron detenidas por la órden, severa, de Rabbi Yehoshua. Finalmente, con las paredes de la casa de estudio diagonales en respeto a los dos rabinos, Rabbi Eliezer gritó a los cielos: "Si yo tengo la razón que Dios lo pruebe." Inmediatamente el cielo se abrió y la voz de Dios se oyó de un extremo de la tierra al otro: "¿Qué tienen en contra de mi sirviente Eliezer cuyas palabras son verdaderas?". Rabbi Yehoshua, poniéndose de pie, citó al Creador del Universo el texto que él mismo había revelado: "(La Torá) No está en el cielo..." (Deuteronomio 30:11) "Una vez la Torá ha sido revelada no escuchamos a una voz de los cielos." Ésta está entre los hombres para ser interpretada. Un ángel, detrás del velo divino, oyó al Creador del cielo y la tierra reir diciendo: "¡Mis hijos me han derrotado!"

Guillot, dentro de la tradición, la única fuente de información que tenemos sobre lo que está más allá de la cortina divina -y sobre el sentido de lo que está acá de este lado de la cortina- es justamente y sólamente eso: el texto y nuestra capacidad para leerlo.

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