Antes, y cuando digo antes de todo estos problemas y líos en los que se encuentra Israel hoy en día, cuando uno decía "Israel" ésta palabra evocava imágenes muy específicas: kibbutzim, muchachos y muchachas tostados por el sol cargando canastos llenos de frutas y verduras, el poder del ejército israelí en 1967, campos verdes en medio del desierto. Esta postal (ingenua y simplista como todas las postales) era, sin embargo, el proyecto y el sueno de una generación de soñadores. Estos soñadores eran, por lo general, muchachos adolescentes del Este de Europa que a comienzos del siglo veinte emigraron a la Tierra de Israel para construir en este parche de desierto una sociedad ideal basada en las nociones del Socialismo, la igualdad y el nacionalismo judío. Estos muchachos, al abandonar Europa, no sólo se estaban rebelando en contra de los valores burgueses europeos sino contra una idea de judaísmo que se había desarrollado por dos mil años en la diáspora. El judaísmo de la diáspora enfatizaba el cerebro, el nuevo judaísmo el cuerpo y el músculo. El judaísmo de la diáspora era comercial e intelectual, el nuevo era agrícola y militar. El judaísmo de la diáspora miraba hacia el Talmud (escrito en Babilonia y dedicado a complejos argumentos legales y teológicos) para inspirarse, el nuevo judaísmo quería volver a la era heróica de Josué y del Rey David. El judaísmo de la diáspora miraba hacia Dios como el último redentor de Israel, el nuevo judaísmo (y ya aquí se vuelve difícil usar este término) creía en la redención a través del trabajo.
A pesar de que esta generación de corazones inflamados tuvo ideas tremendamente problemáticas y uno puede decir que su proyecto no sólo era bastante ingénuo sino peligroso, es innegable que lo que este país es hoy en día (lo bueno y lo malo) está basado en gran parte en los esfuerzos e idiosincrasias de estos jalutzim "pioneros" de la segunda ola de inmigración.
Hace una semana visitamos los sitios e instalaciones de los asentamientos de estos inmigrantes a orillas del Yam Kinneret (Mar de Galilea). Allí visitamos el primer kibbutz (Degania), la primera finca experimental (Javat hakinneret), el primer moshav (Kinneret) y el cementerio de estos pioneros. He aquí unas cuantas fotos.
Hace una semana visitamos los sitios e instalaciones de los asentamientos de estos inmigrantes a orillas del Yam Kinneret (Mar de Galilea). Allí visitamos el primer kibbutz (Degania), la primera finca experimental (Javat hakinneret), el primer moshav (Kinneret) y el cementerio de estos pioneros. He aquí unas cuantas fotos.
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