miércoles, mayo 24, 2006

El pasado en presente 4

Aquí está. La muy esperada conclusión de la crónica de Antonio de Montezinos. En esta entrega se revela cómo llegaron los Israelitas al Nuevo Mundo, cúal es su relación con las tribus indígenas y como éstas van a ser parte del ejército victorioso que liberaría a los judíos del Viejo Mundo. Próximamente publicaré mis opiniones sobre esta crónica y sobre lo que creo que significa. Quiero, no obstante, simplemente presentarla para que ustedes me cuenten qué creen que Montezinos creía que estaba haciendo al contarle esta historia a los judíos de Amsterdam en 1644.

Primera entrega

Segunda entrega

Tercera entrega

Es de advertir, que la Canoa, nunca en estos 3 días estuvo parada, mas ivan quatro hombres y bolvían, otros quatro, y siempre le hablavan por una misma boca, las nueve cosas que avemos referido, siendo todos los hombres que en estos días concurrieron a verle, cosa de 300: poco más a menos.

Es esta gente algo tostada del Sol, el cabello en algunos les llegava hasta las rodillas, otros le trahían más corto, otros como se trahe cumunmente en general cortado por parejo, buenos tales, buenas caras, buen pie, y pierna: en las cabezas un paño al derredor.

Declaró mas Montezinos, como saliendo deste lugar, Iueves a la tarde, con gran cantidad de bastimentos, y regalos que ellos le truxeron, se despidió dellos, aviéndole en aquellos 3 días que allí estuvo, mostrando, cómo gozavan de todas las cosas que los Españoles tienen en las Indias, assí de comer, como vestir, gado, semillas y todo lo demás.

Dicho Iueves, después de aver llegado a parte donde se aloxaron aquella noche, dixo Montezinos al Indio Francisco, aduiértote que me dixeron mis hermanos, que tú me dirías más un poquito, por lo cual te pido, me digas agora algo de lo que tanto dezeo saber. El Indio Francisco respondió, yo te diré lo que supiere sin que me apures y te referiré la verdad como la supe por tradición de mis padres, y si me apuras que lo temo, según te veo especulativo, as me de obligar a que te diga mentiras; y assí pues yo de tan buena gana te digo la verdad, no me apures por amor de Dios y ten cuenta. Tus hermanos, los hijos de Israel, los truxo Dios a esta tierra, haziendo con ellos grandes maravillas, muchos asombros, cosas que si te las digo, no las as de crer, y esto me lo dixeron assí mis padres. Venimos los Indios a esta tierra, hezimos les guerra, tratámoslos peor de lo que los Españoles nos tratan. Después por mandado de nuestros Mohanes (hechizeros) entravamos hasta aquella parte a dónde vimos a tus hermanos, tropas de soldados a hazerles guerra, y de quantos entrava, ninguno salía bivo: hizieron grande exército entraron allá dentro , y todos ellos murieron, y finalmente la última y postrera vez, despoblaron toda la tierra, para ir aesta guerra, dexando sólo mugeres, viejos y niños, y de todos ellos, no quedó uno bivo: lo qual visto por los que quedaron, dixeron, que sus Mohanes les avían engañadao, y que por respecto de sus concejos, avía perecido vna tan gran multitud de gente: por lo qual era justo, que ellos pereciesen con los demás y matando gran cantidad dellos quedando solos unos pocos, pidieron, les diesse algún tiempo de vida para dezengañarlas, y decirles en todo la verdad que sabían y concediéndoseles, declararon lo siguiente.

El Dios destos hijos de Israel, es el verdadero Dios, todo lo que está escrito en sus piedras, es verdad; al cabo de los tiempos, ellos serán señores de todas las gentes del mundo, vendrán a esta tierra gente que os trayga muchas cosas, y después de estar toda la tierra abastecida, estos hijos de Israel saldrán de donde están, y se enseñorearán de toda la tierra, como era suya de antes. Algunos de vosotros que quizerdes ser venturosos, pegaos a ellos.

Aviendo el Indio Francisco acabado de relatar este pronóstico de los Mohanes, prosiguió diziendo, Mis padres fueron Casiques y otros quatro, entre todos cinco, estos sabiendo destos pronósticos que los Mohanes hablavan por boca de Hebreos sabios, quanto dezían sucedía, se vinieron a morar cerca destas partes, por ver si podrían tener entrada para hablar con tus hermanos y andando muchos días la vinieron a alcanzar, por muchos ruesgos y perfuaciones, porque tus hermanos nunca quisieron hablar a mis padres ni se consentía que los unos hablasen con los otros: por que el que entrava de los Indios en aquella tierra, moría, y de tus hermanos ninguno passava a estas partes. Hízose el concierto por medio de esta muger la qual hazía lo que mandavan tus hermanos, con estas condiciones. Que cinco hombres, hijos de los Casique, o sus herederos, vendrían cada 70 lunas a verlos. Que no vendrían más otros hombres, y que el hombre al que se declarase este secreto, tendría de edad 300 lunas, y nada de esto sele podría revelar en poblado, sino en el campo, y que quando se reuelasse, avían de estar los Casiques juntos.

Desta manera prosiguió el Indio conservamos entre nos aquel secreto por el gran premio que esperamos tener por los grandes servicios que avemos hecho a tus hermanos: nos otros no podemos hir allá, sino es de 70 a 70 lunas no aviendo alguna novedad: no la ha avido en mis tiempos, si no esta que ellos estavan dezeando, y aguardando. Por mi cuenta, no uvo más de 3 novedades, la primera, la venida de los Españoles a estos reynos, la segunda, la venida de los navios en la mar del Sur; la tercera, tu venida: todas tres las an festejado mucho, por que dizen se cumplen prophecías.

Dixo mas Montezinos, que después de aver buelto a Honda, le truxo Francisco 3 hombres indios, hombres mancebos, cuyos nombres le encubrieron, y le dixo, buen puedes hablar con estos, que son mis compañeros, de que tantas veces te he hablado; el otro, que es el quinto, es viejo, y no ha podido venir. Los tres Indios llegaron a abrazarlo preguntando quién eres? A que Montezinos respondió, ser vn Hebreo del Tribo de Leví, que A. era su Dio con otras cosas más, que oydo por ellos juntos de neuvo le abrazaron, diziendo, algún día nos veras, y no nos conocerás: todos somos hermanos, merced es que Dios nos hizo. Desta tierra no te dé cuydado, que todos los Indios tenemos a nuestro mandado, en acabando con estos Españoles iremos a sacarvos a vos del cautiverio en que estays, si quisiere Dios, que si quererá, que su palabra, no puede faltar.

FINIS

¡SU COMBINACIÓN GANADORA!


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